Ágora Talentia: «apuntes del natural» (y 2)

Los contenidos

El contenido de Ágora Talentia se puede contemplar desde dos perspectivas: la general del evento y la de las ponencias presentadas.

Primero: perspectiva general. Pese a lo complejo y poliédrico del concepto «talento», el enfoque adoptado en este evento ha sido diáfano: el talento como activo, no ya económico, sino empresarial. Persona con talento = emprendedora/empresaria. Ni una sola aportación desde la administración pública, y las escasas provinientes del tercer sector, enfocadas desde la visión del «capital humano». Por supuesto, en algún momento se escuchó algo parecido a la idea de talento como origen de expresión artística o incluso como fuente de autorealización personal, pero claramente no era ese el interés principal. Si no se conjuga con lo mercantil ni proporciona réditos dinerarios, el talento no interesa. Creo que la Declaración «aprobada» al final del acto, es fiel reflejo de esta idea (ver más adelante).

Fragmento del mural elaborado "in situ" por David Sarasketa

Segundo: las ponencias. Ya he hablado de lo formal. En cuanto al contenido, voy a resumir los planteamientos más repetidos en los siguientes enfoques, a los que incorporo mis interrogantes al respecto:

1. Todos tenemos talento; sólo hay que establecer las condiciones adecuadas de entorno para que éste aflore. Aunque también se han presentado casos de personas que desarrollaron su talento a pesar de la adversidad o como la investigación científica reclama unabuena dosis de soledad y aislamiento, o sea que las condiciones adecuadas no son siempre los ambientes «asépticos» e hiperespecializados que se suelen proponer como ideales para el talento (al contrario, a menudo las personas con talento huyen de ellos). Asimismo, existe una fuerte tendencia a presentar listados de condiciones que deben cumplir las ciudades o listados de características que deben reunir las personas para que se desarrolle ese talento, pero suelen ser tan amplios y completos que, realmente, parece imposible que lleguen a existir ciudades o personas «talentosas». Entonces ¿qué margen de actuación existe para las administraciones públicas, en especial las locales, para hacer realidad el aprovechamiento del talento de la población como vía para una mayor equidad social?

S.Álvarez de Mon; de los pocos que se salvaron
S.Álvarez de Mon; de los pocos que se salvaron

2. El talento es de los ganadores. Rafa Nadal o Messi como quintaesencia de las personas con talento, con toda una serie de teorías sobre su triunfo, empezando por lo que disfrutan con lo que hacen y cómo luchan por conseguir sus metas. Pero yo entiendo que hay millones de tenistas en el mundo y más millones de futbolistas, mientras que nadales o messies sólo hay uno (de cada). Entonces, ¿es que el resto no disfrutan? ¿no hay ni uno que luche hasta la extenuación y no logre ni siquiera acudir como público a una competición profesional? ¿Perderán el talento Nadal o Messi cuando dejen de ganar? ¿Lo ha perdido Maradona? También en varios momentos se identificó el talento con «alta capacidad» (lo que antes de la era de lo políticamente correcto se llamaba «superdotado»). O sea, el talento identificado con la dimensión intelectual. ¿No habría también una dimensión emocional? ¿una dimensión relacional?
3. El sistema educativo tiene la culpa de la inhibición del talento en la mayoría de las personas. Es posible, aunque en los indicadores presentados en alguna ponencia EEUU ocupa el primer lugar como país con más talento, mientras que ocupa sistemáticamente los últimos lugares en cuanto a resultados educativos del Informe PISA. También se repite la idea general de que las escuelas de negocios, en cambio, ofrecen todas las virtudes para desarrollar el talento. Pero quizás alguien debería admitir en algún momento que de allí también salen los que provocan crisis como la que vivimos actualmente (o cosas peores), ¿no?. En cualquier caso, se llegó a plantear una reforma del sistema educativo que no agrupe a los alumnos por edades, sino por capacidades. ¿Sería socialmente justo un sistema así? ¿Cómo se debería plantear sin generar estigmas (positivos o negativos) ni provocar un nuevo sistema de castas?
4. Hay que atraer talento. Es decir, aunque se ponga por delante que todo el mundo tiene talento, lo mejor parece ser utilizar la vía rápida y traerlo de otros lugares. Incluso con propuestas como las de «ponérselo fácil» a las personas con talento para que vengan a residir a nuestra ciudad (facilidades en la vivienda, buscar escuela y trabajo al resto de la familia, etc. etc.). Esto me suena a lo que se hacía en los 80 y los 90 con las multinacionales: ponerles la alfombra roja confiando en que, sin hacer nada más, conseguiríamos un tejido productivo a la altura de los nuevos tiempos, cosa que podemos acordar que no se ha logrado en muchas ocasiones y, por contra, dedicar a ello unos abundantes recursos que podrían dedicarse a la mejora de las condiciones de lo que ya existe en el territorio. Entonces ¿cómo evitar esto y, si se atrae talento externo, engarzarlo realmente a nuestra sociedad y que contribuya a dinamizarla?
5. Nativos digitales y estrategias colaborativas como clave del futuro del talento. Aunque no fueron muchos, algunos de los ponentes llamaron la atención sobre la forma diferente de aprender y actuar que se adivina en la generación que ha crecido con Internet y que «vive» en la web 2.0, así como en el poder de ésta para tejer colaboración y redes sociales, en las que el talento puede encontrar un espacio para aflorar.

¡Ah! Como anécdota, la presentación de la comunidad Ideas4All, una especie de brainstorming global en el que se recogen ideas de toda índole y de todo el mundo. Me hizo una gracia especial la iniciativa de proponer ideas para Obama. O sea, que despues de tanta esperanza, y tanto Yes We Can, ¡resulta que este señor no venía con las ideas «de serie» y se las tenemos que dar los demás! Ya no podemos creer en nada…

Los resultados

Dos han sido los productos resultantes de Ágora Talentia: las propuestas del World Café y la Declaración Navarra sobre el Talento.

Primero: las propuestas del World Café . La dinámica de grupo tuvo su consiguiente resultado en un conjunto de post-it que fueron laboriosamente estructurados en un gran panel que quedó expuesto en el fondo de la sala. Espero que en la web del evento se expliquen algun día las conclusiones de ello, porque allí no se hizo y, por tanto, desconozco en qué consisten y la foto que me llevé tampoco aclara mucho. Igual que tampoco observé que hubiera un gran movimiento de gente hacia el panel para interesarse por ellas… ¿y bien?…

Panel del World Café
Panel del World Café

Segundo: la Declaración . Dicha Declaración, que no sabemos quién elaboró ni siguiendo qué proceso, fue leída íntegramente a tres voces y dada por aprobada por aclamación, o siendo más preciso, por silencio positivo, con foto de familia incluida. Gente que me imagino que era de la organización insistía en llevar a todo el mundo a posar, y creo que fuimos tres o cuatro los que, educadamente, declinamos hacerlo. No se los motivos de los demás. Varios son los míos para no mostrar tal «adhesión incondicional», además de las múltiples frases rocambolescas (ejemplo: …»una política progresiva de migración e inmigración…») y los lugares comunes:

– El subtítulo de la Declaración: «La lucha por el talento ha terminado. El talento ha vencido». Una expresión sintácticamente extraña y semánticamente desconcertante que sirve como ejemplo de las frases que citaba más arriba.
– El modelo individualista que trasmite. Incluso al enumerar tipos de talento (!?), llega a hablar de un «talento social» pero entendido, no como una construcción social, sino como la posesión de las habilidades para integrarse en la sociedad. Aún así, al final de todo, cuando se traza un horizonte se habla de «una nueva prosperidad probablemente basada en un menor individualismo».
– El enfoque puramente economicista, que se puede comprobar plenamente en el apartado «3) Retener el talento» o cuando, al referirse a las corporaciones, enfoca el talento a «optimizar la aportación del capital humano existente y lograr mejores rendimientos y una mayor competitividad». Nada de
– La idea de trabajo remunerado como única vía para adquirir nuevas capacidades y, por tanto, desarrollar el talento (ver apartado «4) Activar el talento»).
– El olvido total de la esfera local, pese a defender «un enfoque descentralizado».

Desconozco la utilidad y el impacto de tal Declaración, pero lo que me preocupa es que va a sentar un precedente poco afortunado (¿quizás premonitorio?) para el resto de actividades de este Año Europeo de la Creatividad y la Innovación.

En definitiva, para mi -que ya fui advertido sobre este tipo de eventos antes de ir y no quise escuchar confiando en la seriedad y el buen hacer que hasta ahora había constatado siempre en Navarra en temas similares- ha sido una experiencia decepcionante. He visitado otros blogs y he leído opiniones radicalmente diferentes, por lo que asumo la subjetividad de mis impresiones y las de estos otros; pero desde luego, si los tiros van a seguir por ahí, creo que la próxima vez me quedaré sin visitar la siempre agradable Pamplona.

En cualquier caso, de tanto hablar de talento me han sucedido dos cosas: 1) cada vez tengo menos claro qué es y para qué sirve; 2) he quedado saturado de la palabrita y sus múltiples usos y apellidos: creativo, político, social, directivo, ético, sexy…). Trataré de utilizarla lo menos posible a partir de este momento, durante un cierto tiempo, para compensar…

9 comentarios sobre “Ágora Talentia: «apuntes del natural» (y 2)

  1. Bueno, bueno, Estelabo…si comparto algunas por no decir muchas de tus opiniones sobre los que se dio de espectáculo oficial durante el evento, yo me fui el segundo día con un juicio no tan duro porque hice encuentros bonitos en el «off», bonitos de verdad, no de los que son falsos y mercantiles. El segundo día, me viste en una pantalla del world café…la que tenía acento «franñol» pero no habla «spanglish» como los organizadores con los que te he encontrado algo durillo…:-)
    PD: a mi tb la palabrita me pone nerviosa mais on est dans une société à la Debord.

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    1. Hola Katixa. El problema es que siempre nos quedamos con lo mismo: con los contactos del café o los de las actividades «extraescolares» (cuando las hay, que aquí no las hubo: qué menos que pagando lo que se pagaba nos propusieran una visita guiada aunque fuera a las exposiciones del mismo Baluarte, ¿no?). Y no sólo en este tipo de eventos; sucede incluso en los cursos de formación. Entonces, la cuestión es cómo podríamos hacer para tener esos encuentros sin necesidad de tanta ponencia prescindible. E insisto, mi máximo respeto tanto para los y las «currantes» de la organización como para la mayoría de ponentes. He estado muchas veces en ambos bandos y sé perfectamente que no siempre sale todo como uno quisiera.

      Lo mismo con los del World Café. No creo que precisamente con ellos haya sido duro. Ya he dicho que se tuvieron que esforzar mucho, tanto por la dificultad idiomática como por el hecho de que una dinámica de grupo con tantas personas es complicado. Ahora, no me negarás que el 90% de las frases-resumen que se dijeron (no sé la tuya, no lo recuerdo), además de repetitivas, parecían de manual de auto-ayuda.

      Pues nada, a ver si coincidimos en otra…

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  2. No puedo más que darte la enhorabuena por un análisis tan detallado y ordenado del Ágora.
    Yo asistí, aunque no pude quedarme a todo, y no he tenido tiempo de reflexionar sobre todas y cada una de las cosas que oí, pero leer las tuyas me pone en marcha.
    Parto de la base de que estoy de acuerdo contigo en muchas cosas de las que dices.
    La verdad es que a mí hubo cosas que me gustaron y otras que no, pero sé por experiencia que en este tipo de foros siempre es así. Para mí lo inportante es que saqué varias ideas útiles para mi trabajo y mi vida y que hice buenos contactos.
    En cuanto a la declaración, me resulta imposible pensar que alguien que la lea con detenimiento no encuentre algo que para él sea valioso. Mi enfoque, es buscar lo positivo y aprovecharlo. Por si te sirve, a mí hay dos cosas que me gustan especialmente: el enfoque de la educación como un proceso que dura toda la vida y que no puede pararse cuando acabamos la educación reglada y nos ponemos a trabajar y la necesidad de dotarnos de un sistema educativo que no enrase en la medianía sino un poco más arriba y que pertmita a todos desarrollarse al máximo de sus capacidades y deseos.
    Evidentemente es una declaración y no hay cómos ni recetas pero esas ideas a mí me animan a trabajar por ello en la medida de mis posibilidades.
    En cuanto a la foto yo no creo que la plantearan como un acto de adhesión sino como un gesto simpático de «aquí hemos trabajado todos».

    Acabo ya, que tengo lío. Te animo a enfocarlo de otra forma: qué te gustó, qué ideas buenas sacaste..

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    1. Hola Belén. En las otras respuestas encontrarás ya algunas pistas sobre mi enfoque y si saqué algo bueno o no. También tengo que decirte que no me parece mal, ni me disgustaría que me sucediera a mi en un caso similar, que haya alguien que sólo plantee lo negativo. Gente como Edward de Bono, con sus famosos sombreros (éste sería, claro, el negro) lo vende como un ejercicio de lo más creativo, además de forrarse por irlo explicando por el mundo. Y como de los otros sombreros, especialmente del blanco, ya he visto sobradas muestras en otros blogs o en los medios de comunicación, pues creo que algo seguro que aporto.

      Ahora, por seguir en la línea crítica, si crees que la gran aportación de la Declaración es hablar de la educación a lo largo de la vida… ¡¡qué quieres que te diga!! 🙂
      Y respecto a lo del sistema educativo: por un lado, la propuesta de cambiar la organización por edades por otra más ligada a capacidades, creo que tendré que contrastarla con gente del sector. De entrada, me parece peligrosa por poco integradora. Pero insisto en que tendré que informarme más. Por otro lado, si no recuerdo mal aquel tal Borja, que fue uno de los más interesantes, nos explicó que precisamente «enrasar en la medianía» es lo que se hace en las universidades de Estados Unidos, poniendo el aprobado al alcance de todos (al contrario que aquí). Y que la diferencia está en el incentivo a ir más allá, algo en lo que el sistema educativo pasa a ser algo puramente instrumental (también se puede ir más allá en el garaje de casa, como hicieron los Gates, Jacobs, Brin, etc.) y la responsabilidad la tienen las instituciones y la sociedad en su conjunto, valorando y apoyando a los que se arriesgan, por ejemplo.

      Por último, con lo de la foto peor me lo pones, porque precisamente una de mis quejas es que de trabajar, nada, y menos en la Declaración, que surgió como por arte de magia.

      Y nada, que muchas gracias por dedicar un rato a leer esto. Me hace ilusión. Soy así de tonto…

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  3. Hola Estelabo,

    Gracias por tu(s) respuesta(s) tan detalladas. Yo veo que tus análisis como lo apuntamos los que comentamos tu post son -pese al enfoque crítico-punk- «tous pourris» 🙂 bastante interesantes, pertinentes incluso (si no no te leyeramos y ni nos hubiéramos molestado en contestar). Auguran una respuesta del mismo nivel a la siguiente pregunta que te hago sin acritud nunguna porque no he sido ni organizadora, ni soy del gobierno de Navarra, ni he sido ponente, soy una pobre chavalilla gabacha que trabaja en España que acudió a estas jornadas porque en el papel tenían buena pinta, que estaban relacionadas con con cosas sobre las que trabajaba y que me interesaba el papel …bueno y mi empresa me lo pudo pagar.bueno «revenons à nos moutons», mi pregunat es la siguiente: ¿Qué formato se le podría dar a unas jornadas o evento u otra cosa para tratar esta problemática?¿Que sugerencias harías? Voy más allá porque lo que cuentas que me parece interesante y me parece una pena que tus aportaciones se queden en tu blog: ¿por qué no proponer a los organizadores de este tipo de evento y por defecto hacer una propuesta tú y otras personas de un diseño de evento que evitaría todas las trampas que mencionas o los fallos que mencionas? ¿Cómo se podría abordar entonces esta cuestión de manera colaborativa, interactiva, operativa entre todos?
    Sdos,

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    1. Mmmfffff. Yo que no quería conectarme hoy sábado y va y me pones en este papelón… En fin, teniendo en cuenta -una vez más- que nunca sale todo como se planea, te cuento algunas de las cosas que se me ocurren ahora.

      En primer lugar, creo que la clave está «simplemente» en trabajar en profundidad los contenidos, tener claro lo que se quiere analizar o sobre lo que se quiere debatir (acotarlo bien), plantear las tres o cuatro respuestas concretas que se quieren responder y entonces jugar con diferentes formatos para obtener algo parecido a unas respuestas.

      Insisto, supongo que algo así ya se hizo al principio en este caso, pero me imagino también que la tensión sobre ello duró lo que tardaron en aparecer los primeros problemas logísticos. A partir de ahí, si los equipos dedicados a los contenidos y a la logística no están claramente diferenciados, ésta última acaba absorbiendo todos los esfuerzos, especialmente en un evento de estas dimensiones.

      En este sentido, la clave principal está en ser MUY exigentes con las/los ponentes, aunque no cobren, pero todavía más, claro, si cobran (no se si éste era el caso aquí, pero seguro que por lo menos se les pagó el alojamiento y la manutención). Es la organización la que le está «haciendo un favor», proporcionándole una tribuna pública, y no al revés. Sea quien sea. Es cien mil veces mejor un ponente desconocido pero motivado que un gurú endiosado. Recuerda lo bien que lo hizo aquel chaval, Borja. Seguro que se tuvo que preparar mucho más su intervención que la mayoría, y que también le hacía mucha más ilusión. Eso se nota. hay que exigir que el título se ajuste a lo que se explica (¿te enteraste de cómo serían Boston o Monterrey sin sus instituciones?); que, obviamente, se focalice en las cuestiones objeto del evento (por decir algo, la banca cívica me parece estupenda, pero si quiero saber qué es me voy a un congreso de finanzas éticas); que entreguen sus presentaciones a tiempo, aunque luego tengan que cambiar algo a última hora, como hacemos casi todos, pero así por lo menos ya puedes ver por dónde van las cosas y, por supuesto, si te entregan 20 páginas de texto, se las devuelves recordándole el tiempo disponible y que no se trata de correr más o menos, sino de utilizarlo para dejar clara una idea, a lo sumo dos. Etc. etc.

      Tenemos también el espacio virtual del evento. Quizás hubiera sido más interesante que sobrecargar el espacio de las ponencias, pedir a la gente de la blogosfera que se dedica específicamente a estos temas (que hay mucha y variada) que hiciera contribuciones previas para «calentar motores» para el debate. Incluso si eso tuviera un coste, lo que cuesta un ponente (incluyendo el desplazamiento y manutención) daría por lo menos para incentivar a tres o cuatro bloggers de primera línea (Juan Freire, Ramon Sangüesa, Oriol Lloret, Dídac Lee, Alfons Cornella… son sólo algunos de los que se conozco) a que hagan algo así.

      Otra posibilidad sería la de abrir un espacio de preguntas a través de la web antes del evento, para que las ponencias tuvieran una referencia para mejorar su enfoque de acuerdo con las necesidades del público. Y controlar que esto fuera realmente así, claro.

      Por lo que respecta al debate y la participación del público, qué tal aprovechar las mesas que teníamos para hacer no un World café, sino varios «mini-cafés», planteando entre bloques más reducidos de ponencias, preguntas muy concretas (que podrían ser las de la web o alguna que se haya formulado desde el público y haya quedado sin respuesta) que los componentes de cada mesa deberían responder a la vez que toman allí mismo el café o lo que sea. Sería como distribuir la pausa-café a lo largo del evento y hacerla más productiva. Eso no impide hacer o recibir llamadas, ir al baño o a fumar, o hacer relaciones públicas con alguien del otro extremo de la sala (que sigo creyendo que se hacen mejor si hay lo que yo llamo «actividades extraescolares»), permitiría quizás controlar mejor el tiempo y ayudaría al debate y a crear ambiente.

      ¿Y qué tal que fueran las/los ponentes quienes plantearan preguntas al público? Todos los investigadores y expertos, y más en temas como éste, tienen lagunas, dudas, ámbitos no cubiertos… ¿por qué no hacerlas explícitas y promover que el público trabaje para responderlas? Sería algo así como la «innovación abierta», pero en presencial y con tiempo y participantes limitados.

      En fin, no creo que sea por falta de opciones que este tipo de eventos no acaba de funcionar. Vuelvo al principio: lo fundamental es tener bien acotado el contenido y el objetivo de reunir a tanta gente, experta o no, alrededor del mismo. Si esto está claro, y va en la línea de sacar algún valor añadido para el máximo número posible de participantes, lo de menos es encontrar fórmulas y dinámica que lo permitan: hay mucho inventado y seguirá inventándose mucho más.

      Bueno, y gracias de nuevo por tu interés.

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  4. ¡Muy interesante! Me gusta cómo se ha llegado a una crítica mucho más constructiva que se ha transformado casi en una propuesta con consistencia. Queda por lanzarlo ahora…¿Te (nos) atreves (atrevemos)?
    Sdos,

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    1. Bueno, quizás haya alguien de la organización que lo lea y le interese, como ha sucedido con el contenido del primer post. De todas formas, todavía no he leído propuestas tuyas… A eso se le llama free-riderismo, ¿no? 😉

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  5. jeje…No sé cómo me lo tengo que tomar porque ultimamente la palabra «freerider» se usa en un sentido que se parece más a impostor que miembro de ningún equipo en particular…y por supuesto prefiero esta segunda definición 🙂
    A ver si nos encontramos más veces en el espacio digital y…real

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